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¿Sabes Lo Que Quieres?

November 16, 2020 Arionnys Season 1
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¿Sabes Lo Que Quieres?
Nov 16, 2020 Season 1
Arionnys

Diariamente tenemos que tomar decisiones y si no tomamos el tiempo de admitir las cosas que de verdad queremos, esas cosas que anhelamos,  vamos a basar nuestras decisiones en las expectativas de otras personas (lo que otros entienden que debemos o no debemos hacer).

Hoy queremos hacer una pregunta sencilla, pero que nos da un poco de claridad en esas cosas que deseamos.

¿Sabes lo que quieres?

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Diariamente tenemos que tomar decisiones y si no tomamos el tiempo de admitir las cosas que de verdad queremos, esas cosas que anhelamos,  vamos a basar nuestras decisiones en las expectativas de otras personas (lo que otros entienden que debemos o no debemos hacer).

Hoy queremos hacer una pregunta sencilla, pero que nos da un poco de claridad en esas cosas que deseamos.

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 ¿Sabes lo Que Quieres?

En un evento que estaba hicieron una dinámica donde la persona encargada nos dio un papel y un lápiz y nos dijo escriban cinco metas, mientras yo pensaba lo que iba a escribir. Detrás de mí había una pareja. Todo estaba bien hasta ese momento. Cuando de repente yo oigo un susurro que dice:

Persona #1: Solamente pon algo que tú quieras. Un plan, una meta. Qué sé yo. 

Y le responden 

Persona #2: Es que no sé qué poner. No sé. Y punto. 

Eso fue lo que oí. Yo solamente seguía enfocado en lo que iba a escribir. Al final el ejercicio era solamente para que escribiéramos nuestros planes y metas y lo estuviéramos escrito. Y quizás sea un ejemplo simple y hasta suena fácil escribir cinco metas. Pero si somos honestos, muchas veces no podemos poner en palabras concreta a su expresar en ideas claras lo que queremos. O peor aún, no tenemos planes o expectativas para el futuro. Y una simple dinámica puede volverse un momento confrontador. Si no tomas el tiempo de admitir las cosas que de verdad quieres, esas cosas que anhelas, déjame recordarte como quiera hay que tomar decisiones y en vez de avanzar con al menos un poco de confianza hacia las cosas que anhelas, vas a basar tus decisiones en presiones externas, como por ejemplo, las expectativas de otros. Lo que otros entienden que tú debes o no debes hacer y en estos días no saber lo que quieres es faltarte el respeto a ti mismo porque no vas a tener prioridades. Eso significa andar de la mano de cualquiera que sí las tenga, aunque vayan en contra de tus convicciones o corres con el riesgo de que alguien te pida que escriba cinco metas y no sepas qué poner.

Y todo esto de escribir nuestros planes y metas, aunque se oiga sencillo, tiene su beneficio y ayuda bastante cuando se trata de mejorar la memoria a largo plazo. Recordar ideas y cosas así, porque aparte de que tenemos algo físico para recordarlo, entiéndase la hoja en la que escribiste la agenda, la notas del celular. Aparte de eso, tenemos algo escrito, por así decirlo, en nuestro cerebro. Digo esto porque el cerebro guarda la información que escribimos como información importante. Incluso es toda un área que se llama codificación neuronal relacionado con la neurociencia. Y oigan, ahí afuera hay bastante información sobre eso, así que si quieren saber más sobre eso, vayan, lean y oigan a los que saben de eso y después vuelvan.

Pero déjame preguntarte qué era lo primero que hacías cuando el profesor decía:

Profesor: esto va para el examen

Oooh lo escribías, verdad? Bueno, si quería tener buenas notas o si quería salir de esa materia, obvio, si no te importaba un pepino. 

En realidad mi intención hoy no es hablar de la importancia de escribir lo que quieres. Más bien de preguntarte si sabes lo que quieres. Porque hoy no importa si te bombardean con toda la información de la importancia de escribir las cosas, o como tu cerebro funciona y todo eso. Si en verdad no sabes lo que quieres, aunque hay una parte en esto de saber lo que quieres que me gustaría dejar claro antes de seguir. Y es que esto de querer es un asunto de deseos. Y si hay algo que debemos de tener un ojo arriba son nuestros deseos, porque si somos honestos, no siempre están respaldados por nuestras mejores intenciones. Filtrar nuestros deseos por la voluntad de Dios nunca es una mala idea. Incluso la autora del libro Sacred Rhythm, Ruth Haley Barton dijo:

Ruth Haley Barton: ‘’Jesús usualmente hacía preguntas a sus seguidores para que ellos mismos dijeran cuáles eran sus deseos.Eso los llevaba a una reflexión más profunda y honesta de lo que deseaba, para así poder tomar decisiones que concordaban con lo que decían querer y con sus convicciones tanto espirituales como morales.’’

Por ejemplo, en uno de esos días normales para Jesús, usted sabe, yendo de una ciudad a otra gente, siguiéndolo adonde iba. Y así uno de esos días, cuando él iba entrando a una ciudad en el camino, había un hombre llamado Bartimeo. Estaba mendigando básicamente porque era ciego. Cuando supo que era Jesús, que estaba pasando por ahí, empezó a vocear.

Bartimeo: Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí.

Pero la gente que estaba ahí empezó a decirle Muchacho, cállate tú, ta’ loco! Pero él empezó a vocear más duro. 

Bartimeo: Jesús, hijo de David, ten misericordia de mí.

Entonces Jesús se paró y lo mandó a llamar 

Jesús: Tráiganme a ese bulloso. 

Saben lo que Jesús le preguntó? Mejor dicho, lo único que Jesús le preguntó. Qué quieres? Qué quieres que haga por ti? Jesús no le preguntó qué crees? Qué piensas? Él le preguntó qué quieres? Fue una pregunta sobre sus deseos y la respuesta de Bartimeo fue simple. Ahí todo vulnerable, con necesidad y con sus deseos en la cara, dijo:

Bartimeo: Yo quiero recobrar la vista. 

Y Jesús lo hizo, y le dijo:

Jesús: Estás sanado porque confiaste en mí. 

En otras palabras, tuvo fe. Y creo que lo mismo pasa con nosotros cuando presentamos nuestros deseos ante Jesús. Eso nos lleva a una reflexión más profunda y honesta de lo que deseamos. Y así podemos tomar decisiones que concuerden con lo que decimos que queremos y con nuestras convicciones, tanto espirituales como morales. 

Bartimeo no dijo Yo tengo que recobrar la vista. No, él dijo su deseo, yo quiero. Y dejó que Jesús haga la otra parte. Nuestros deseos pueden ser tóxicos solo si demandamos y manipulamos para conseguir el resultado que queremos. Y eso era lo que quería dejar claro antes de seguir tratando de que nuestros deseos primero pasen por el filtro de la voluntad de Dios para que así nos evitemos algunos desalientos en el camino. 

Porque llegar al final de la escalera sólo para darnos cuenta de que la escalera estaba recostada de la meta equivocada. No creo que sea la mejor manera de aprender y con toda honestidad. Mi intención no es venir aquí y decir que yo tengo la vida resuelta y que yo sí sé como se hace esto o aquello. Sería un hipócrita porque yo mismo evito a la gente así.

Más bien vengo aquí a compartir solo lo que estoy poniendo en práctica. Nada de fantasía ni vida perfecta. Para eso ya están las redes sociales. Ay se me zafó.

Pero honestamente, qué quieres? La mayoría de las personas no dicen lo que quieren en la vida que quieren alcanzar, quiénes quieren ser o qué es importante para ellos. Y eso es preocupante. Por ejemplo, las amistades las tomamos como vengan. A ti te gusta la manzana, a mí me gusta la piña hablamos de fruta y ya somos rumis’. No, hay que ser honesto, por lo menos con nosotros mismos. Qué tipo de amistades yo quiero? Qué tipo de vida yo quiero? Qué tipo de futuro yo quiero? Pero para eso hay que ser intencional.

Y hay algo bien clave. Y creo que debemos de tener en cuenta en todo esto de saber lo que queremos y es comunidad. Tenemos que estar dispuestos a crear un ambiente seguro con las personas que hemos elegido que estén en nuestro círculo más cercano para compartir nuestros deseos, metas y planes. Cuando digo un ambiente seguro me refiero a ser claros. Esto es lo que yo quiero y este es mi propósito. Y ahí es cuando debemos estar abierto a críticas constructivas, a que esas personas te digan y tú también a ellas. Bueno, si eso es lo que tú quieres, entonces tienes que empezar a prestar más atención en qué invierte su tiempo. Ah eso es lo que te apasiona? Pues entonces no puedes pasar todos los fines de semana viendo un Netflix, o ir aquí o allí y no trabajar en eso que te apasiona.

Entiendo que una comunidad es algo esencial en la vida de toda persona. No creo que las personas puedan llegar a ser quienes deberían de ser. Sin una comunidad y una comunidad no tienen que ser 500 personas, pueden ser 5, pueden ser 3, pueden ser la gente adecuada, no sólo un grupo de personas, pero las personas adecuadas. Eso que están dispuestos a confrontarte cuando hay que hacerlo, pero que están comprometidos a crecer contigo.

C.S. Lewis y J.R.R.Tolkien formaban parte de un grupo de 15 amigos que revisaban el proyecto que estaban creando y entre ellos se criticaban para mejorar el trabajo uno del otro. Y si no saben quiénes son ellos, por lo menos tienes que conocer lo que salió de ese grupo de amigos. Quizás has oído la obra más famosa de J.R.R.Tolkien, El Señor de los Anillos. Oh, la de C.S. Lewis, Crónicas de Narnia. Y si eso no te convence. Banana Boat Crew cuatro amigos que se han mantenido confrontando y ayudando en su vida profesional. Y estoy hablando de cuatro posibles Salón de la Fama de la NBA LeBron James, Dwyane Wade, Chris Paul y Carmelo Anthony. 15 4. No importa. Repito, una comunidad no tiene que ser 500 personas. Pueden ser cinco. Pueden ser tres. Puede ser la gente adecuada. No sólo un grupo de personas, pero las personas adecuadas. Eso que están dispuestos a confrontarte cuando hay que hacerlo, pero que están comprometidos a crecer contigo. Sé intencional a lo que quieres.

Y con eso termino para que sigas con tu día.

Si hay algo que he aprendido es que la vida no es una receta. Haz esto. Estudia aquello. Haz conexiones aquí. Ahorra tanto. Invierte aquí. Cria a tus hijos así. Empieza a hacer esto y serás feliz y exitoso, no? Aunque todo eso se puede. Pero. Eso sería en un mundo donde todo sale exactamente como uno lo planea. Y no hay tragedias, no hay situaciones no planeadas donde no hay personas que se aprovechan de las buenas intenciones de otros. Un mundo donde todos tienen los mismos privilegios. Ustedes saben, un mundo perfecto. 

Pero si estás respirando y pasas de edad, da lo más seguro es que ya te diste cuenta que las cosas no son así. Y con eso no quiero decir que no hay que planificar. Al contrario, esa es la enfermedad más grave que tengo. El punto aquí es de considerar que las cosas no siempre salen como las planeamos y mucho menos como la sociedad no los pinta. Y entiendo que una de las razones por la que quizás a veces nos sentimos frustrados es porque nos enfocamos, incluso le damos más prioridad a asuntos que otros entienden que debemos invertirlos, lograr o hacer. Estoy hablando de la suciedad, la cultura, incluso familiares y amigos. Se nos ha enseñado a hacer un plan para nuestras vidas en base a cinco o diez años y no hay nada malo con eso. Pero en un mundo donde cualquier cosa puede pasar una pandemia, por ejemplo, no creo que nuestra mente estén cerca de lo que es realidad. Será de aquí a cinco o diez años.

Pero planear en base a quién eres. Lo que es importante para ti y cuáles son los valores fundamentales. Eso es diferente. 

Paul Brown, autor y columnista del negocios de la revista Forbes, lo dijo mejor. Él dijo: 

Paul Brown: en vez de pensar en cómo sería una vida, una carrera o un trabajo perfecto y empezara a tomar decisiones en base a eso, es mejor empezar con una dirección basada en un deseo real en lo que tú quieres. Luego complementa eso con una estrategia para descubrir y crear oportunidades basadas en tu deseo. 

Más claro, de ahí no se puede pedir. En otras palabras, identifica tus deseos, filtrarlos, da un paso, aprende de eso y hazlo una y otra vez. Identifica tus deseos. Filtrarlos, da un paso y aprende de ese paso y hazlo una y otra vez. 

Por eso, saber lo que quieres determina las decisiones que tomas hoy. Y voy a usar como analogía el trabajo o una carrera profesional. Y aquí es donde muchos me van a dejar de oír, pero aquí voy a saber lo que quieres. Muchas veces significa dedicarle 10 años de tu vida a un trabajo que no te apasiona para vivir el resto de tu vida trabajando en lo que sí te apasiona, porque sabías lo que querías. Invertiste 10 años construyendo lo que si estás dispuesto a levantarte temprano o acostarte tarde, a pasar varias horas el fin de semana trabajando simplemente porque reflexionas, te profunda y honestamente en lo que deseabas y pudieses tomar decisiones que concordaban con lo que dijiste que querías y con tus convicciones tanto espirituales como moral.